jueves, 30 de abril de 2009



Pusieron verja y cerrojo a la estación.
la vida, un momento detenida,
se marchó.
En la vía,
un tren solo languidece
sin consuelo,
bajo el cielo azul del Norte.


Ya se oxidan los carteles sin destino,
sin horas, mudo se quedó el reloj.
Murió el sueño
y en el suelo
sin consuelo,
lloran los cristales de la estación.

1 comentario:

Aleizar dijo...

Una estación llena de recuerdos. Muy evocador. Me gusta, la foto también.