domingo, 24 de mayo de 2009


LAS MANOS DE MI PADRE SON COMO CONCHAS DE NÁCAR,
YO SOY LA PERLA QUE EN ELLAS DESCANSA.

7 comentarios:

PILARA dijo...

Me ha sabido a poco, aunque, con tan poco, cúanto encierra.

Aleizar dijo...

Sencillamente precioso

Arvikis dijo...

Pero llega un día en que no están. Y entonces te das cuenta de que nadie te salvará ya del naufragio.
Arvikis

Juan dijo...

No se puede expresar más, y con más sensibilidad, con tan pocas palabras.

Andrés Portillo dijo...

¡Precioso!, Cruz, me gustaría que mi hija escribiera alguna vez algo parecido. Besos.

Anónimo dijo...

¿Para cuando un libro?

resistencia dijo...

Precioso, precioso,
como los haikus....

¿para cuando ese libro de relatos que seguro que nos encantará?