Quiero ser la primavera de tus ojos,
el sol que te encienda la sonrisa.
En la lumbre de tu piel, quiero ser brisa,
en la punta de los dedos, ser tu antojo.
Quiero ser quien te arrugue la camisa
y te alborote el aire con sonrojos.
Si rezas, yo quiero ser tu misa;
si siegas, seré yo tu rastrojo.
De la mano, mientras viajas por los mapas,
a tu lado, clamando en el desierto.
Coronando contigo las etapas
del placer por el atlas de tu cuerpo
mientras la luz se cuela en nuestra cama
y estallan los oasis en el huerto.
5 comentarios:
Una perla más para tu colección.
Felicidades
La última estrofa es la que más me ha gustado, el final es genial. siempre es muy agradable encontrarse un soneto por la red.
¡Cuanto amor...! y que bonito. Si es que eres una poeta estupenda, y sin embargo no te prodigas mucho. Haznos felices con más frecuencia.
Continuas con la linea poetica, no dejes el relato, aunque esta linea es muy impactante.
Un soneto muy intenso y moderno. Me gusta mucho lo de quien te arrugue la camisa.
¡Enhorabuena!
Javier
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