Este año pido para mis amigos y para mí un ángel de la guarda a tiempo completo.
Un ángel que aleje las miserias,
los malosentendidos,
las horas muertas,
la envidia,
el desconsuelo.
Un ángel (y un auxiliar, si fuera preciso) que nos libre de las leyes de Murphy,
del segundo tropezón en la misma piedra,
del más vale pájaro en mano,
de la avaricia egoísta de la hormiga,
y del no por mucho madrugar amanece más temprano.
Un ángel que nos cambie los papeles y nos enseñe a volar.
Muchas felicidades para todos.